SALTILLO

Saltillo no sólo sobresale por ser la capital del estado de Coahuila, sino también porque es una de las ciudades al norte de México más destacadas por sus calles llenas de cultura, historia y leyendas. Se cuenta que el nombre de la ciudad proviene de la época colonial, cuando los españoles que empezaban a desarrollar este poblado encontraron un pequeño salto de agua brotando en unas peñas de un cerro, como era más bien algo pequeño, se le nombró Saltillo.

En ese mítico lugar, ahora se encuentra la iglesia Ojo de Agua que muchos visitan por la belleza de su construcción colonial y porque todavía corre por ahí el manantial que dio origen a esta leyenda.

Esta urbe de clima caliente solía estar cubierta de vegetación en toda la sierra, así como por ciénegas y manantiales, por lo que varias tribus nómadas gustaban de la biodiversidad que habitaba en ella, donde podían cazar jabalíes, venados y guajolotes. En zonas cercanas hay vestigios de la actividad humana en la era temprana con pinturas rupestres. Además, Coahuila fue la tierra de los dinosaurios por excelencia, al menos en México y debería ser el destino ideal para los arqueólogos y paleontólogos de corazón.

Actualmente, Torreón cuenta con una amplia oferta de restaurantes, hoteles y spas vanguardistas ideales para cualquier estilo de viaje, ya sea de negocios, aventura, cultural o romántico. Conocida también como la “Atenas del Norte”, su centro histórico es algo que no debes perderte pues su arquitectura colonial te dejará boquiabierto.

A sólo diez cuadras de ahí, encontrarás la Alameda Zaragoza, uno de sus parques más importantes y hermosos, pues tiene un lago en forma de la República Mexicana y alberga la Biblioteca Pública del Estado construida de cantera rosa y que fue inspirada en el Partenón.

No puedes dejar de probar los platillos típicos como la discada (guisado a base de carne de cerdo y res cocinada en un disco para asar) o el pan de pulque, así como sus cortes de carne asada.